Ingredientes:

- MUCHO AMOR
Para la piña:
- 1/2 piña pelada
- Un puerro pequeño
- Una chalota
- Una patata pequeña
- 20 gramos de mantequilla
- 2 cucharadas de aceite
- 300 ml de agua
- Una pizca de azúcar
- Dos hojas de gelatina
- Pimienta blanca y sal

Para las sardinas:
- 8 sardinas limpias, sin espinas ni barbas
- 100 ml de aceite de oliva
- Sal gorda, pimienta en grano y limón verde

A parte:
- 2 obleas de tortillas mexicanas
- Perejil picado

Vamos allá!:

– Para el zumo de piña y puerro:
Pochamos con aceite y mantequilla la chalota y el puerro muy picados.
Sin que llegue a dorarse la verdura, añadimos la patata pelada y troceada. Picamos un cuarto de la piña y rehogamos junto con la patata. El resto de la piña la licuamos y reservamos.
Agregamos el agua y cocemos a fuego lento. Cuando la patata esté blanda, la retiramos del fuego. Trituramos y colamos por un chino fino. Añadimos las hojas de gelatina, el zumo de piña y la nata liquida. Hervimos a fuego lento durante diez minutos y salpimentamos. Metemos en el frigorífico hasta que se gelatinice.

– Para las sardinas:
Maceramos durante media hora las sardinas con el aceite de oliva, la sal gorda, la pimienta en grano y el zumo del limón verde. Transcurrido ese tiempo cortamos los lomos de sardina en tiritas finas.


Final y presentación:
Cortamos las sardinas (maceradas) y horneamos las tortillas sin dorarlas demasiado. Una vez que estén horneadas, las cortamos en rectángulos. Sobre ellas, colocaremos las sardinas maceradas ocupando la mitad de cada rectángulo y sobre las mismas la gelatina de piña. Agregamos sobre la piña el perejil picado.

Estos días nos sobra tiempo, os aseguro que esta receta, aunque algo trabajosa, merece la pena!! Animaros! Las exquisiteces en la mesa hacen que llevemos esta situación muchísimo mejor!!!  

QUÉ APROVECHE!