(¿Dispones de 3 minutos para leer este texto?)

El pasado 19 de Septiembre, el Presidente Sánchez fue entrevistado en el espacio televisivo “laSexta Noche” y, entre otras cuestiones, animó a la ciudadanía a una vacunación masiva frente a la gripe en la campaña que se va a iniciar estos días en España.

Tanto personalmente, y también como integrante del colectivo Médicos por la Verdad, me/nos parece una sinrazón, un despropósito, lanzar este mensaje a la población. Aquí no estamos hablando de si somos o no “antivacunas”. Sólo planteamos información rigurosa sobre la efectividad de esa vacuna y la no conveniencia de seguir las indicaciones del Presidente. 

Precisamente, la vacuna de la gripe es una de las vacunas menos eficaces en la historia de la Medicina. El que se cuente con su efectividad para ayudar a la resolución de esta “actual falsa pandemia” por coronavirus… es un despropósito. Podríamos preguntarnos, por ejemplo, por qué sólo alrededor del 30% del colectivo sanitario se vacuna contra la gripe.

Médicos por la Verdad ha emitido un comunicado en respuesta al Presidente Sánchez:

 

Comunicado sobre la vacunación de la gripe 2020-2021

Ante las recientes declaraciones del Presidente del Gobierno español, Sr. Pedro Sánchez Pérez-Castejón, exhortando a la población a vacunarse masivamente contra la gripe desde comienzos del próximo mes de octubre de 2020, debemos manifestar lo siguiente:

• La vacuna de la gripe estacional no ha sido eficaz ni en niños (CDC compara niños vacunados vs. no vacunados), ni en adultos, ni en ancianos ni en mujeres embarazadas, ni disminuye los ingresos hospitalarios por complicaciones, ni la mortalidad, ni los días de baja laboral, ni la transmisión del virus persona a persona. Como botón de muestra, deberían vacunarse 71 adultos sanos para evitar un único cuadro de gripe (revisión COCHRANE).

• El virus de la gripe (influenza) coexiste en nuestro organismo con otras familias de virus (coronavirus, virus respiratorio sincitial, metapneumovirus…), causantes todos ellos de cuadros respiratorios y generales muy similares.

La vacuna de la gripe parece disminuir (en un escaso porcentaje de casos) los cuadros de gripe confirmados por laboratorio, pero no puede evitar el contagio por el resto de virus ya mencionados.

• Se ha comprobado en un estudio del Pentágono norteamericano que, en las personas vacunadas de la gripe estacional, aunque ha disminuido la colonización respiratoria por virus de la familia influenzae, han aparecido un porcentaje muchísimo mayor de coronavirus (36%) y de metapneumovirus (51%).

• La vacuna de la gripe nunca ha sido totalmente segura. En la literatura médica (VAERS) se puede comprobar la variedad y frecuencia de efectos adversos producidos; enfermedades que, para las personas que los sufren, son “efectos principales” y no “efectos secundarios”.

• Se está observando en los países australes una menor circulación del virus de la gripe que otros años, con predominio de la gripe A sobre la B y con cuadros más leves, según estudio de la prevalencia y situación actual de la gripe a nivel mundial publicado por la propia OMS y por los CDC norteamericanos este mes.

• La vacuna de la gripe de este año 2020-21 no es previsible que consiga una mayor claridad diagnóstica en los profesionales sanitarios de cara a distinguir entre un posible diagnóstico por gripe y la Covid-19 u otros cuadros pseudogripales producidos por virus diversos, dado que las manifestaciones clínicas provocadas por estas familias de virus son muy similares.

Por todo ello, rechazamos enérgicamente el contenido de las declaraciones que desde el gobierno se están lanzando a la sociedad con el objetivo de conseguir una vacunación masiva frente a la gripe en esta pandemia, sin aval científico de ningún tipo.

En este escrito de más arriba, claro está, no están todos los argumentos que podríamos citar de cara a solicitar la moratoria o, directamente, la anulación de esta campaña de vacunación antigripal de Octubre.

Han salido a la luz interrogantes lo suficientemente importantes como para tener en cuenta los coadyuvantes que portan algunas de las vacunas que se van a emplear en esta campaña (por ejemplo, el Polisorbato 80).

La administración pública (Ministerio de Sanidad), en lugar de estudiar si hubiera alguna relación causal entre el adyuvante citado y la mayor mortalidad por Covid-19, tal y como detectaron en la zona del Hospital de Barbastro, ha quitado peso a las sospechas de esa posibilidad.

En fin, una detrás de otra…

Silvano Baztán G.