Expertos advierten de que los grandes incendios forestales serán cada vez más frecuentes y superarán la capacidad de extinción de cualquier operativo Las conclusiones de la jornada ‘Incendios forestales ante el cambio climático’ constata que el problema no puede afrontarse con las medidas que vienen aplicándose

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Los grandes incendios forestales van a ser cada vez más frecuentes por el aumento de la masa vegetal combustible causada por el abandono del entorno rural y como consecuencia de las condiciones ambientales derivadas del cambio climático, y superarán la capacidad de extinción de cualquier operativo porque el trabajo de los bomberos no puede ser eficaz en estas circunstancias. Es necesario actuar preventivamente porque el problema no va a poder afrontarse con las medidas que se venían planteando para atajar incendios forestales de gran magnitud, según las conclusiones de la jornada técnica ‘Incendios forestales ante el cambio climático’ que ha tenido lugar recientemente en Pamplona / Iruña.

La iniciativa de la celebración de la jornada, desarrollada en la sala Pío Baroja del INAP, partió del Servicio de Protección Civil y Emergencias del Gobierno de Navarra, en el contexto de dos proyectos europeos. El primero es el Proyecto LIFE NADAPTA, en el que participa el Departamento de Medio Ambiente y cuyo objetivo principal es aumentar la capacidad de adaptación de Navarra frente al cambio climático, especialmente desde el punto de vista de la gestión forestal y el estudio y propuesta de medidas de adaptación en los planes de ordenación forestal.

Otro Proyecto Europeo integrado en la jornada es el POCTEFA-INTERREG ALERT en el que, entre otros socios, participa el Servicio de Bomberos de Navarra – Nafarroako Suhiltzaileak. En este caso el Servicio, además de otras actividades asociadas, lidera la acción 5 de dicho Proyecto, relativa al riesgo de incendios forestales y la prevención de los mismos mediante la formación y la promoción del intercambio de experiencias profesionales y prácticas reales de fuego técnico en campo. Todo ello con el objetivo de mejorar la respuesta operativa en situaciones de incendios forestales en el territorio común pirenaico cercano a la frontera con Francia.

El desarrollo de la jornada, que fue inaugurada por la directora general de Interior del Gobierno de Navarra, Amparo López Antelo, y que contó con la asistencia de 120 personas que completaron el aforo disponible, ha permitido poner en valor las experiencias y conocimientos sobre el tema tratado desde una perspectiva realista y concreta, porque aunque el cambio climático es un fenómeno global, el encuentro concentró su perspectiva en un ámbito geográfico próximo. Dividida en dos sesiones, en la primera se expuso el conocimiento adquirido de la experiencia de la gestión de la emergencia provocada por los últimos grandes incendios ocurridos en España, el que a finales de junio arrasó 5.017 hectáreas de terreno forestal en la Ribera d'Ebre, en Tarragona, del que informó Ricard Expósito, jefe de la Región de Emergencias de Terres de l’Ebre; y el que en agosto quemó alrededor de 12.000 hectáreas en Gran Canaria y obligó a evacuar a miles de personas, que expuso Federico Grillo, director de Emergencias y Seguridad en el Cabildo de Gran Canaria.

La segunda sesión se centró en el aspecto preventivo, que se trató tanto desde el punto de vista de la gestión del combustible, por medio de la exposición de las diversas experiencias que se están llevando a cabo en ámbitos cercanos, como desde la visión de la propia planificación y la colaboración e implicación de las personas que de una u otra forma se verán expuestas al riesgo.

Conclusiones

De lo expuesto en las diferentes ponencias se deduce que la mayor parte de los incendios forestales que ocurren a nuestro alrededor tienen su origen en la actividad humana y tienen su origen, en gran parte, en accidentes o negligencias. Su propagación se ve favorecida por circunstancias sociales como el éxodo de la población rural al entorno urbano debido a la industrialización, con el consiguiente abandono de la actividad agraria. La desaparición de los rebaños que se alimentaban del matorral de los bosques y del aprovechamiento de la madera como fuente de energía han propiciado el incremento de la masa vegetal, que se extiende de forma continua tanto en el plano horizontal como en el vertical facilitando la propagación de los incendios. A su vez, la gran cantidad de biomasa acumulada hace que sean más intensos y violentos.

Además, el desarrollo urbanístico de las poblaciones para acoger el éxodo rural ha contribuido a la construcción de barrios residenciales próximos a formaciones vegetales, de tal forma que un incendio de las mismas puede suponer una seria amenaza que puede obligar a la evacuación de sus habitantes transformándose en un verdadero problema de protección civil.

Por otra parte, el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero ha generado un cambio climático que se plasma en el calentamiento global y el aumento de fenómenos atmosféricos extremos, con aumento de incidencias y duración de situaciones adversas (olas de calor, vientos fuertes, largos periodos de sequía…) que repercuten directamente en el desarrollo de grandes incendios forestales, los que suponen más de 500 has. afectadas y la propagación de frentes de incendio caracterizados por una alta velocidad e intensidad de fuego.

Las medidas planteadas para la protección frente a este riesgo se han centrado en el combate directo contra los incendios que ha requerido el incremento de los medios utilizados para atajarlos. Sin embargo estos grandes incendios forestales superan la capacidad de extinción de cualquier operativo, en esas circunstancias concretas los servicios intervinientes, los bomberos, no pueden ser eficaces. En definitiva, seguir con las medidas habituales que hasta ahora se venían planteando no sirve para resolver el problema, por lo que los expertos que intervinieron en la jornada ‘Incendios forestales ante el cambio climático’ apostaron por la prevención para tratar de reducir los siniestros y atenuar sus consecuencias.