OPINIÓN

El apego a la poltrona de Uxue Barkos

Butaca mullida y bastante grande, cómoda y algo más baja de lo normal. IMAGEN DE ARCHIVO

La utopía de Uxue Barkos tras la formación de un "Gobierno Progresista" presidido por María Chivite e integrado por miembros de Geroa Bai y Podemos-Ahal Dugu, (contando con la colaboración externa de I-E y Bildu), era reeditar el Órgano Común Permanente con la CAV que llevaba implícito la asunción de políticas de apoyo y fomento del euskera tendentes a lograr la normalización del uso de la lengua vasca. Sin embargo, el PSN de María Chivite se ha mantenido firme en el mantenimiento de la actual zonificación lingüística vigente en Navarra tras rechazar el modelo uniformista sugerido por Geroa Bai y aplicado en el País Vasco con la Ley 10/1982 Básica del Euskera para lograr "una euskaldunización dirigida de todo el territorio".

Según rumores del entorno de María Chivite, la Presidenta habría dado ya por amortizado al actual Gobierno al estar carcomido por la desconfianza mutua entre sus socios tras el apoyo del grupo municipal del PSN en Pamplona a los presupuestos de Enrique Maya, la aprobación del futuro Decreto Foral sobre el Uso del Euskera en las Administraciones Públicas así como por la futura gestión de los fondos europeos y prepararía una remodelación para el 2022 en forma de Gobierno monocolor socialista que contaría con el apoyo externo de Navarra Suma y que supondría la salida de Geroa Bai y Podemos del actual Gobierno.

Así, Chivite , libre de las ataduras políticas con Podemos y Geroa Bai y pensando en las futuras elecciones y en su electorado ribero, prepara un nuevo Decreto Foral que regulará el uso del Euskera en las Administraciones Públicas y en el que desaparece la valoración del euskera en zona no vascófona lo que sería un torpedo en la línea de flotación ideológica de Geroa Bai. Sin embargo, Uxue Barkos obviará la afrenta tildándola de "desencuentro puntual que no afectará a la estabilidad del Gobierno", pero tras ello, se escondería el miedo patológico de Barkos de pasar a la inanidad política, sabedora que huérfano de parcelas de poder, Geroa Bai quedará condenado al ostracismo político en las próximas Elecciones forales.

GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ