Europeos solo cuando interesa

Europa. IMAGEN DE ARCHIVO

España se unió a la Unión Europea hace más de 25 años, y el balance nos ha salido bastante positivo, si a todo lo que hemos aportado, le restemos lo recibido, el saldo es un positivo de 88.000 millones de Euros.

En plena crisis del covid-19 los PIGS han rescatado de nuevo su gran proyecto de eurobonos, una serie de emisiones conjuntas de deuda en la UE en las que el resto de Europa sería avalista de los países beneficiaros de esas emisiones y en caso de impago, darían la cara por aquellos que no suelen cumplir. En pocas palabras, nos hemos convertido en el primo gorrón que no solo no cuadra sus cuentas, si que pide que le paguemos lo consumido, sin ninguna garantía de devolución.

Obviamente como buenos gorrones, nuestros políticos no han tardado ni un minuto en acusar a Alemanes y Holandeses, que tienen sus cuentas bien cuadradas y se financian literalmente gratis, en acusar de insolidaridad a los que década tras década han mandado dinero que nuestros líderes se han ocupado de gastar en aeropuertos sin aviones, un tren de alta velocidad que no es rentable y curiosas ayudas al desempleo en Andalucía, por poner algunos ejemplos. Entonces, quien es el insolidario?.

La Unión Europea ya dispone de mecanismos para ayudar económicamente a los países miembros, clara está, esto tiene condiciones y garantías que los políticos manirrotos del sur del continente no suelen estar por la labor de cumplir.

A mi modesto entender, los insolidarios hemos sido nosotros. En la Unión Europea, cuando nos unimos, firmamos un papel llamado ‘’Pacto de estabilidad y crecimiento’’ que limita al 3% como máximo el déficit público sobre el PIB del los países firmantes, Pues Bien, España ha incumplido este objetivo y sus protocolos de corrección sistemáticamente.

Esto se ha convertido en la paradoja de la hormiga y la cigarra o la parábola del hijo pródigo, el la que la cigarra secuestra a la hormiga para que le pague la fiesta o el hijo en vez de arrepentirse vuelve para que el padre hipoteque su casa en un aval bancario para seguir de juerga. Debemos corregir y exigir a los políticos que vuelvan a la senda de la sensatez, antes de que la gangrena que le provoquemos a la UE haga que no nos planteemos irnos nosotros, si no que los que nos expulsen sean directamente ellos, antes de que nos los llevemos por delante.