OPINIÓN

LAS VACAS DE LACTURALE (II)

Primer plano de las ubres de una vaca lechera. IMAGEN DE ARCHIVO
Digan la verdad, señores de Lacturale, esto es un negocio a costa del
sufrimiento animal, independientemente del tamaño de la explotación.
Más allá de su preocupación por el bienestar animal, humano o medioambiental, su carta deja en entredicho la más que discutible
necesidad de consumir un producto pensado exclusivamente para un
animal con un desarrollo al nacer, totalmente alejado del que
corresponde a un ser humano, con todas las consecuencias perjudiciales
para nuestra salud que ello conlleva.
Cabe recordar que el ministro hacía especial énfasis en el consumo
excesivo de carne. Sin embargo, tanto el consumo de carne, como de otros productos como puedan ser la propia leche o los huevos, lleva a pensar que más allá de un interés en la salud humana por la ingesta de
estos productos, lo que se percibe o prima por encima de todo es un
negocio que se lucra sin escrúpulos, ajeno a cualquier aspecto ético o
moral sobre el respeto animal ,humano o hacia la salud del planeta.
Obviar una realidad científica como son los efectos adversos de la
explotación animal puede llevar a que uno acabe convirtiéndose en un
negacionista integral.
El pasado viernes, Stella Kyriakides, comisaría europea de Salud y
Política de Consumidores, se reunía  con la ministra de sanidad, Carolina Darias, la cual tenía que rectificar al recordarle el Plan
Europeo de Lucha contra el Cáncer, plan que recomienda reducir el
consumo de productos cárnicos. Recomendación por otra parte, respaldada por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO).


Jose Javier Napal Górriz,
Presidente y miembro de la Asociación Libertad Animal Navarra.