Rudy, una vida de color
Ensueño, nostalgia e idealización son las claves que inspiran al artista a la hora de iniciar cada una de sus obras. Procura transmitir el aspecto más pulcro y puro del trabajo al que se enfrenta y siempre tiene presente el lugar y el instante del proceso pictórico.
Comenzó como pintor a una muy temprana edad, haciendo retratos al carboncillo para darse a conocer. Más tarde, de manera autodidacta, desarrolló la técnica al óleo que le consolidó como artista plástico con los claros matices de la vieja Escuela del Bidasoa. Dentro de esta disciplina, su temática habitual se centra en el paisaje, siendo la tabla uno de sus soportes favoritos.
Enamorado de su entorno más próximo, su objetivo es enseñar al mundo la belleza de su tierra. Por eso, en su obra se encuentran rincones de Navarra, Gipuzkoa y el País Vascofrancés. Produciendo una observación minuciosa del paisaje y sus componentes.
Aunque emprendió su carrera a una muy temprana edad, no comenzó a realizar exposiciones hasta mediados de los años ochenta. Ha llenado las paredes en más de cincuenta galerías con exposiciones individuales entre las que destacan San Sebastián, Madrid, Burdeos, San Juan de Luz o Palencia. Sin olvidar, otros lugares como Irún, Beasain, Ordizia, Tolosa, Cambrills (Cataluña) o Bayona, Aglet, Biarritz o Mauleon en Pais Vascofrancés.
Originario de Bera (Navarra) residente en Irún (Gipuzkoa) desde hace varias décadas.
"El arte es un lenguaje universal que lo entienden todas las lenguas; es plasmar mi huella en un lienzo o una tabla; es dar la sensibilidad a cada uno de mis trazos con un pincel u otros medios; es la forma de demostrar a los demás mi yo interior". (Rudy)