“Durante el confinamiento aumentó la adherencia a la dieta mediterránea con un mayor consumo de aceite de oliva, pescado, frutas, verduras y legumbres”

La catedrática de Nutrición Dolores Ruiz. FOTO: UNIVERSIDAD DE NAVARRA

La catedrática de Nutrición Dolores Ruiz habló en la Universidad de Navarra sobre los hábitos alimentarios asociados a la pandemia: “Cuando podemos organizar nuestra vida de forma más tranquila nos alimentamos mejor”

“Durante el confinamiento, se consumieron menos carnes rojas, menos bebidas edulcoradas/carbonatadas y la repostería fue menor. Se incrementó el consumo de aceite de oliva, pescado, frutas, verduras y legumbres, lo que aumentó la adherencia a la dieta mediterránea”, explicó Dolores Ruiz, catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Granada. La ponente intervino en la “XV Jornada de Actualización en Nutrición-Encuentros para profesionales” organizada por la Facultad de Farmacia y Nutrición de la Universidad de Navarra.

            Dolores Ruiz, junto con su equipo de investigadores, ideó el proyecto #COVIDiet sobre el comportamiento alimentario durante el confinamiento. El estudio incluía una encuesta de 14 preguntas acerca de la dieta mediterránea por “ser un patrón de dieta saludable y reconocido en varios países internacionales”.

Con una participación de 7514 personas, los resultados fueron positivos y significativos ya que vieron que todos los grupos encuestados aumentaron su adherencia a la dieta mediterránea. El proyecto se expandió a nivel europeo con 16 países y 28.000 participantes que adaptaron sus encuestas a la situación de cada nación a través de un indicador facilitado por la Universidad de Oxford.

 

Aumentar el consumo de vitamina D

 

La principal recomendación de alimentación y nutrición ante la crisis sanitaria del COVID-19 es procurar una dieta completa y saludable, supliendo las necesidades energéticas, proteicas y las necesidades de grasas. Además, Dolores Ruiz puso el foco en la vitamina D por ser “el nutriente que podría ayudar a reducir la respuesta inflamatoria a la infección”.  

La principal conclusión a la que llegó Dolores Ruiz fue que “cuando nos permiten organizar nuestra vida de forma más tranquila nos alimentamos mejor porque ya se nos ha quedado grabado como consumidores qué alimentos son mejores”. “Si le dedicamos más tiempo a la vida y menos al trabajo, nos organizamos mejor y podremos dar continuidad a la dieta mediterránea”, concluyó.